1811 - Nace Jeanne
Emilie de Villeneuve, en Toulouse Francia, el 9 de marzo.
Su niñez y
adolescencia está marcada por el sueño de dedicar su vida a Dios en el servicio
de los más pobres de su tiempo. La mesa de piedra del jardín de su casa es lugar de encuentro, de búsqueda, de diálogo
con sus amigas, con su familia. Allí va madurando las decisiones fundamentales
para su vida.
1836 - Junto a otras mujeres comienza su vida comunitaria al servicio de los más pobres, fundando la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Castres. El color elegido para su hábito religioso les dio el nombre que hoy las identifica en el mundo: “Hermanas Azules”.
1836 - Junto a otras mujeres comienza su vida comunitaria al servicio de los más pobres, fundando la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Castres. El color elegido para su hábito religioso les dio el nombre que hoy las identifica en el mundo: “Hermanas Azules”.
1846 - En Castres inaugura su primera casa: Un refugio para las jóvenes en situación de calle. El corazón de la vida del Refugio
será el taller de costura. Cada llegada de una nueva joven a las puertas del Refugio era
anunciada por la campana instalada a pedido de Emilie. En respuesta al llamado de aquella
campana Emilie acudía a recibir personalmente a cada joven con su abrazo. Ese abrazo se extendía hacia los que más sufrían en su pueblo. Propone a su
comunidad preparar una olla solidaria para acercar alimento a quienes no lo tienen, especialmente a los
presos.
1847- No hay
fronteras para los sueños de Emilie. El 11 de enero de 1848 llega la primera
comunidad de Hermanas Azules a la Isla Gorée, la “puerta sin retorno”, en
África, lugar donde los traficantes
recluían a los africanos para venderlos y embarcarlos como esclavos. Las
Hermanas Azules habían partido desde el
puerto de Brest el 24 de diciembre de
1847 a bordo de un barco con un significativo nombre “El
Infatigable”. Emilie, quien debía permanecer en
Francia, buscó la forma de compartir aquel viaje, partiendo de Castres hacia
Bordeaux, navegando en un vapor junto a ellas desde Bordeaux a Nantes, llegando a esperar el Buen Viento en
el Puerto de Brest.
1854- Una epidemia
de cólera golpea dolorosamente a su pueblo. Emilie abre las puertas de la casa madre
de las Hermanas Azules para dar atención a los enfermos y sus familias. El 2 de octubre la enfermedad provoca su muerte cuando tenía 43 años. Esta fecha quedó
entre nosotros como una convocatoria de memoria y celebración. Ese
día sus sueños se sembraron definitivamente para germinar en la vida de
una multitud de mujeres y hombres.
17 de mayo de 2015
- La Iglesia Católica de todo el mundo proclama
que la
vida de Emilie de Villeneuve es fecunda y plena, la propone como fuente
de inspiración e impulso misionero para toda la Iglesia. La invoca como
presencia
que sostiene y fortalece el compromiso de discípulos y discípulas de
Jesús a favor de la causa de la Justicia, la Paz y la Integridad de la Creación
de la cual somos parte.
Cada 3 de octubre,
la Iglesia de todo el mundo celebrará la fiesta de Santa Emilie de Villeneuve, escucharemos su voz invitándonos a ser felices viviendo nuestra vida
al servicio del Evangelio, siendo “Cómplices del mismo sueño”.
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